GIN TONIC (7 P.M. ORIENTE), José Barroeta





Dotado por el tiempo verde
compro huesos en New York
boinas de Praga, tabernas largas
en el olvido.

Mi mano era un mesón.
Mi viento un hondo tinto jalando
memorias
gastados tiempos y alegrías altivas.

Yo era una mano
un capitán de mundo abierto
donde aterrizaban turistas
y monos hambrientos

Por mi boca de jarra partían los trenes
hacia las flores
iban y venían por túneles impresionistas
con carboncillos de Van Gogh y Gauguin.

En Italia compramos un sacerdote negro
para que bendijera las naves.
Salimos de Puerto de Palos el 3 de agosto
y hallamos una sangre inmensa azul
parecida al mar y al asombro.

Mi hijo menor se tiró por la borda
y vive aún
                                -tengo entendido-
con una tortuga libanesa amorosa y guerrera
como los cedros.

En Lepanto vimos el brazo manco de Cervantes
escribiendo novelas por encargo de un rey caprichoso
que nadaba todas las tardes acompañado de medusas
y por calamares contrarios.

A España regresé en el 36 y combatí en el Quinto
Regimiento
Yo amo de España la melancolía y mi alma trágica
a lomo de oveja por Castilla
dorada y taciturna como el viento sobre los muros.

El día que llegue a Venezuela
me voy a casar con una monja.
Voy a esconder el mar y no saldré más nunca
me moriré en un rincón aullando
y bebiendo molinos
                      acompañado por mis pavores
y por el cordero de dios que quita los pecados del mundo.




En Culpas de juglar, 1996

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